La psicología debe ser asumida, en esencia, como una profesión en la cual el profesional reconoce al consultante como una persona que ha hecho conciencia de su fragilidad y de la no funcionalidad de sus propios esfuerzos para superar la circunstancia que le ha llevado a la consulta. En consecuencia, el profesional debe reconocerse idóneo para acompañar al consultante en el despliegue o fortalecimiento de recursos que le permitan hacer frente exitosamente a sus circunstancias y debe transmitir esperanza de que, o bien la situación será superada o que el consultante podrá, gracias al apoyo profesional, adaptarse sanamente a la condición que vive. Este simposio permitirá la reflexión sobre cómo la esperanza ha de ser una postura transversal de la práxis psicológica y la manera en que esa esperanza ha de estar éticamente ajustada a la realidad de las circunstancias vitales de la persona y ha de estar en conexión con los estándares de la profesión.
Participantes:info@congresopsicologiacolombia.com